Partiendo de la
propuesta de exploración personal de la propia identidad, realicé una
performance grupal, en colaboración con la compañera Joana Groba
Casillas, que tuvo lugar en la
clase de Arte
Procesual el 17 de Enero de 2014.
La acción “Identidad” consistió en un
despellejamiento mutuo a modo de íntimo ritual. Una acción con un fuerte
sentido de intimidad que se acompañó de la canción Masked
Ball compuesta por Jocelyn Pook y usada
en la película Eyes Wide Shut dirigida por Stanley Kubrick.
La duración de la acción
fue de 3 minutos 42 segundos, lo que dura la canción nombrada.
La pseudo-piel que nos arrancamos
la hicimos con una fina capa de cola blanca que habíamos aplicado previamente
sobre nuestra piel de forma líquida. Tardó más de una hora en secarse por
completo.
La acción se produjo en
el entorno de la clase a oscuras, a excepción de un rayo de luz natural que
entraba parcialmente por una ventana, generando así un entorno íntimo y semioculto.
Manteniendo un ritmo
lento y pausado, marcado por la música
que se podía oír de fondo, nos fuimos arrancando mutuamente esta pseudo-piel que nos cubría los
brazos, el torso, la espalda y la cara. La forma de arrancarla no era violenta,
al contrario era suave y con cariño, intentando hacer el menor daño posible, ya
que ambos éramos conscientes del dolor infringido aunque no lo exteriorizamos.
Cada uno quitaba la piel
del otro por turnos, intercambiándose
así el papel de despellejador y despellejado. Los restos de piel
arrancados eran depositados sobre la misma mesa mezclándose en un único montón,
por lo que al final no se sabía a quién pertenecían.
SIGNIFICADO
Con esta performance pretendíamos contar de forma
simbólica los sentimientos provocados al conocerse a uno mismo y a nuestros
semejantes.
Ambas acciones, el
arrancarse esta piel y el cono-cerse
íntimamente, son dolorosas aunque también sensuales y finalmente agradables, el
sentimiento que queda es de liberación y agradecimiento.
Al comenzar la acción la
pseudo-piel seca impedía el
movimiento, además de parecer piel vieja llena de manchas y arrugas. Conforme
iba siendo arrancada, la piel auténtica surgía de nuevo, como si fuese piel
nueva y joven, una metamorfosis cutánea.
El conocimiento del otro
conlleva profundización, retirar esas capas que nos coartan para poder
mostrarnos libres y como realmente somos. Y con ello sentimos rejuvenecer.
OBSERVACIONES
Personalmente me gustó
la experiencia. He de reconocer que no soy un chico vergonzoso y sin embargo
estaba algo nervioso los momentos previos a la performance.
Durante la acción mi
mente se aisló del entorno, por lo que no fui consciente de estar siendo
observado. La música me ayudó a la concentración además de ayudarme a mantener
el ritmo lento y marcarnos un límite de tiempo.
Por supuesto que sentí
algo de dolor, pues numerosos pelos se pegaron a la pseudo-piel, la performance
tuvo efecto depilatorio. Sin embargo fue un dolor incómodo pero soportable e
incluso agradable, como la actividad sexual. No me importaría repetirla.
Lo más incómodo fue una
vez acabada la acción y ponerme de nuevo la ropa. Quedaron pequeños restos de
cola seca por toda mi espalda y hasta que no llegué a casa y me di una ducha no
pude sentirme limpio.
En el caso de que
repitiera la acción, supongo que duraría más tiempo, ya que se me hizo corta y
dejamos muchos restos de piel como
los de la cara. Sin embargo tampoco
querría llegar hasta el final y quitarnos toda la piel pues podría dar a
entender que el conocimiento mutuo sería total, y no creo que eso fuese
posible.
Además me resultan
interesantes los restos de piel obtenidos, tanto plástica como conceptualmente,
y no descarto emplearlos en otra obra o exponerlos como una reliquia de la
performance.